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sábado, 5 de julio de 2008

Ruta de los siete dioses de la buena suerte de Nihombashi (y unos cuantos budistas y un sintoísta perdido)

Hola bloger@s, en esta nueva entrega podréis apreciar que hoy hace un día espléndido, con un calor sofocante por cierto, así que con un buen sombrero en la cabeza nos marchamos en busca de nuestro destino. Nuestros pasos nos guían hoy hacia Nihombashi, esta es un área en la que abundan las tradiciones y que a su vez acoge la vida moderna, o lo que es lo mismo se palpa un aire de pasado y presente que lo embriaga todo. Es un barrio muy acogedor lleno de callejuelas donde hay puestos de comida, tiendas y oficinas, pero su gran secreto se encuentra “oculto” precisamente entre los grandes bloques de oficinas de frio hormigón.

El primer lugar al que os aconsejamos ir, y que da pie a la mencionada ruta, es el Santuario Suitengu. Es un hermosísimo conjunto sintoísta que está dedicado a las mujeres embarazadas, o que esperen concebir próximamente, que se acercan a este lugar para rogar por su futuro hijo y para que no se complique el nacimiento. Tiene una notable carga emotiva, se respira la paz y el cariño de las parejas y bebes que allí se acercan a rezar, ya que este templo posee una notable gracia divina. Tiene varias representaciones de seres mitológicos a los que adorar, cuadros y fotografías antiguas, varios bonsáis y una pequeña capilla en la que por tan solo 100 yens puedes cumplir una tradición y conocer que te depara el destino, para ello primero hay que sacar un palo largo con unos “kanas“ (es un término genérico que se refiere a dos silabarios japoneses: hiragana (ひらがな) y katakana (カタカナ), que son caracteres basados en los pictogramas chinos, o kanji (漢字), y que actualmente los sustituyen o acompañan) escritos de un bote de madera que nos indica que cajón abrir, para posteriormente coger un papel que muestra nuestra buena o mala fortuna y que posteriormente debe ser doblado y “atado” en un lugar elevado preparado para tal uso. Como es normal, no nos pudimos resistir a tal ritual, pero no lo completamos entero, ya que aun conservamos el papel a la espera de que mi sensei (Akiko Ashimoto, a la que saludo cordialmente y dedico este post de igual modo que a mi sensei (de cuyo nombre no me acuerdo, lo siento), no es peloteo es respeto) tenga la amabilidad de traducírnoslo para saber qué es lo que nos depara el futuro, y así mas tarde volveremos otra vez a terminar el ritual jejejeje.










Este templo sin duda es un lugar que os encantara, si os gusta esta cultura y su vertiente espiritual, claro está. Desde aquí comenzamos la ruta conocida como la de los “Siete dioses de la buena suerte”, de modo que sentaros cómodamente id a por un buen vaso de té frio con hielo (para estos calores del estío) y disponeos a ver cómodamente todas estas maravillas, eso si, no olvidéis pedid mentalmente vuestro deseo. Venga, id a por el vaso que os esperamos….
¿Ya lo tenéis todo a mano?, bien, me parece perfecto. Andando llegamos a nuestro primer templo (01 de 07), este humilde templo de granito y madera es conocido con el sobrenombre de: “Chanoki Jinja”, en el distrito de Ningyocho. Está dedicado a “Foteison”, Dios de Sabiduría y es uno de los siete dioses a los que están consagrados estos templos de origen sintoísta.






El Shintô , que proviene del animismo y que fue el primer estadio religioso del Japón, proclama la necesidad de la pureza y la exigencia de la sinceridad a través de la naturaleza, en la que no hay dogma ni existen diferencias entre los dioses, los humanos, los animales, las plantas y la materia inanimada, es una doctrina de meditación, de conocimiento de la unidad universal. Por desgracia no hay mucha información acerca de este dios ni de su santuario, asi que lamentamos no poderos facilitar más datos, y nuevamente pedimos a los navegantes que si conocen alguno de los datos que no poseemos nos los faciliten, de igual modo si algún dato es incorrecto por favor hacédnoslo saber, gracias.

Aclarado esto, sigamos con el recorrido (ya en preaviso ante la posibilidad de escasez de información). La segunda parada la hicimos en un pequeño y acogedor templo de madera enclaustrado entre vegetación en un hueco entre edificios, se trata del templo: “Koami Jinja”. Este lugar santo es uno de los pocos existentes construidos con “bishu-hinoki “ (el ciprés), es notable el trabajo de tallaje de la madera en cada detalle del templo. Está ubicado en Chuo-ward, y es muy famoso y mundialmente visitado, así como sus otros “hermanos” de recorrido. El edificio principal, así el adjunto conocido como “Kagura”, fueron construidos en 1466 sobre las tierras donadas por un jefe militar llamado "Dokan Ota" que reverenció este lugar. Del mismo modo en el pasillo central se pueden apreciar pequeñas esculturas y detalles ornamentales.
Este templo de planta única en forma pentagónica, cada año acoge el festival “Doburoku” que se celebra en noviembre, es considerado como uno de los dos festivales principales “Doburoku “en Kanto. Hacen ofrendas por el bienestar del hogar y de sus visitantes, por una provechosa recolección del grano y por una buena salud y mejor fortuna. Este templo está dedicado a los dioses, “Fukurokuju" dios de la felicidad y "Benzaiten" dios de las artes, por eso este lugar es el más apropiado para pedir por la buena suerte y rogar por que los malos espíritus se vayan.





Continuando nuestro peregrinaje nos despedimos de este santuario para recalar en el siguiente, “Takarada-ebisu Jinja”, situado en el distrito de “Oodenmacho” donde se celebra la ceremonia de “Ebisu-ko”. Este minúsculo templecito está dedicado a “Ebisu", dios de la prosperidad en los negocios, muy bonito pese a su escaso tamaño y a la extraña ubicación en una callejuela frente a un taller y junto a un parking.







Tras visitar este templo y debido al fuerte calor, no nos quedó mar remedio que hacer un alto en el camino e ir a comer algo para recuperar las fuerzas. Tras una buena vianda nos pusimos nuevamente el marcha esta vez con destino al santuario de: “ Suginomori Jinja”. Este mini mausoleo, es un lugar de peregrinación muy popular entre el pueblo, ya que, cuando el Príncipe Shotoku (576 A.D.) construyó un mercado, fue considerado por el pueblo como una deidad que protege los mercados, de modo que fue reverenciado y considerado como un enviado de “Bishamonten”, Diosa de la fortuna para los negocio, la suerte, y la virtud . De modo que este templo esta dedicado a ambos. Es muy interesante la historia de este príncipe que nació en el año 576 A.C. y que todo el mundo sabía que llegaría a ser alguien especial, y no se equivocaban. Ya que, fue un muchacho muy listo que se adelanto a su tiempo y a sus congéneres, llegando a convertirse en emperador, y fue muy querido por su pueblo, trató de aprender todo lo que pudo acerca de la filosofía china, el budismo y el Confucionismo, construyó templos budistas y estatuas por todas partes en Japón.








Sin duda alguna este país es una fuente inagotable de información y espiritualidad para cualquier mente meramente activa, que goce del enriquecimiento y de la armonía de las pequeñas cosas. Adentrándonos un poco mas y enfilando hacia la recta final de nuestra ruta nos topamos con otra pequeña-gran maravilla, el santuario de Kasama-inari Jinja. Este lugar es digno de ver, cada centímetro posee un pequeño detalle que te evoca a la mitología y el simbolismo más profundo del sintoísmo. Dedicado al dios “Ukanomitama-no-Kami”, conocido más comúnmente como “Inari, el hombre anciano”, protector de la cosecha, del prospero progreso económico y dios de la buena fortuna. Este Dios da sobrenombre a varios templos en todo Japón, por ello es muy venerado y reconocido. Este santuario fue construido a mediados del medio del siglo VII, gracias al fuerte apoyo de los señores del dominio Kasama, que gobernaron esta región, el templo fue reconstruido a mediados del S. XIX.












Nos encontramos ante las puertas de un nuevo templo (perdón por si este post os resulta farragoso o aburrido, es tan solo una pequeña muestra de admiración y respeto por unas tradiciones tan antiguas y venerables, espero que sepáis comprenderlo), se trata de un lugar sagrado conocido con el nombre de: “Suehiro Jinja”. De este templo, no hemos conseguido obtener información, de modo que sintiéndolo mucho nuevamente tenemos que correr un estúpido velo y pasar página, a la espera de nueva información (lo que para muchos será un respiro jajajaja). Solo una cosa cabe destacar de este templo, en el pedimos nuestro primer “deseo o ruego”, a través del ritual completo, que esperamos que se cumpla.









Tras esto llegamos al último de los templos de este recorrido, y por desgracia y con mal sabor de boca ante la imposibilidad de traducir los kanjis de la información, nos vemos en la tesitura de nuevamente dejar este templo: “Matsushima Jinja” junto con los siguientes de corte budista y sintoístas, sin información alguna. Es mas sobre los últimos mencionados ni tan siquiera hemos conseguido conocer el nombre, espero que sepáis perdonad nuestro desconocimiento del idioma y que a pesar de todo disfrutéis con las fotografías tanto como nosotros lo hemos hecho haciéndolas.








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Que tengáis un buen día y que este pequeño recorrido por la cultura japonesa no os haya sido muy agobiante. Ahora tomaremos un par de días de sosiego y tranquilidad porque a partir del lunes comienza la temporada de festivales y, claro está, vamos a cubrir todos aquellos que estén en nuestra mano, de modo que, sin más dilaciones o emplazamos a que nos leáis en nuestra próxima fase dentro del rico folklore japonés, un abrazo.