hora

contador visitas

lunes, 21 de julio de 2008

Un día de templos entre festivales dentro del circuito de Ueno.


Hoy a amanecido soleado tras una larga noche en vela por culpa de los vecinos y sus “affaires” nocturnos con mujeres de moral distraída que no viene al caso comentar en exceso, en fin corramos un estúpido velo y regresemos a lo que de verdad nos importa. Aprovechando que ya estábamos despiertos y que no hacía demasiado calor decidimos aprovechar el día que queda entre festivales para dar una vuelta por el barrio y sobre todo por el parque de Ueno que acoge infinidad de actividades y de edificios, desde templos a universidades pasando por un zoo, un anfiteatro o un lago con barcas en forma de pato (donde se celebró el festival de las lamparillas, y donde con suerte como hoy podéis ver una preciosa garza blanca a escasos centímetros de la orilla).

Está a unos veinte minutos andando desde donde residimos, así que es un paseo agradable y corto que viene bien para despejarse y estirar las piernas. Hoy, y en vista del creciente calor que se avecina, hemos decidido comprar una toalla para secarnos el sudor que entorpece nuestra visión de las cosas, además la mujer de la tienda nos ha regalado unos pañitos de color rojo tipo cocina de Jorge “el curioso”, una serie de dibujos para niños muy entretenida, y todo por 300 yens jejeje. La calle que conduce al parque está llena de tiendas dedicadas al mundo de las dos ruedas, donde podréis apreciar la infinidad de modelos de motos y accesorios para las mismas que podáis imaginar, llamando poderosamente la atención, las siempre espectaculares Harley's Davidson ya de por si llamativas tuneadas con luces de neón en sus bajos, y a un precio que, para ese tipo de motos, es absolutamente ridículo 250.000 yens, eso explica su creciente número en esta zona, pero lo que no queda claro es porque la policía permite las carreras y los ruidos nocturnos a pandilleros de medio pelo, en fin.

El parque de Ueno, es a la vez, un mega-centro cultural que da cobijo a parte de los museos más importantes de Tokio, del mismo modo que como ya he comentado sirve de refugio para singulares templos y es sobre todo una zona muy popular donde los tokiotas se evaden del calor entre arboledas y lagos, siendo también el lugar idóneo para disfrutar del zoo más antiguo de Japón en compañía de los más pequeños ( nosotros tenemos pensado ir en próximos días, de modo que veréis por aquí alguna que otra foto), también alberga uno de los mercadillos permanentes más atractivos de la zona, se trata del mercado de Ameyoko, donde podréis encontrar todo tipo de antigüedades a precios de saldo, en cambio sin preferís dar un paseo romántico en barca, o disfrutar del frescor del agua a la sobra de los cerezos, encontrareis a vuestra disposición el estanque de Shinobazu. Por todo esto y por mucho mas este parque es uno de los lugares preferidos para celebrar el hanami, es la tradición japonesa de observar la belleza de las flores, pero por lo general se asocia esta palabra al período en que florecen los cerezos de finales de Marzo a principios de Abril.





El parque se encuentra cerca de la estación de Ueno, que es un importante centro de comunicaciones ferroviarias y un punto de referencia básico para orientarse en el núcleo de actividad lúdica de Ueno, además tiene conexión directa con el aeropuerto de Narita a través de la línea Keisei, que será el camino que recorreremos para regresar al hogar. El parque te recibe con una imponente estatua de un famoso samurái de los últimos tiempos del Shogunato Tokugawa y de la posterior restauración Meiji, al contrario de lo que se pueda esperar, la estatua de Saigo Takamori no presenta actitudes belicosas, sino que, en lugar de ello nos enseña la cara más humana del héroe acompañado de su fiel can.

Mucho se puede decir de este guerrero, pero lo más destacado seria que fue un férreo defensor en primera instancia de la restauración imperial (Meiji) frente al gobierno Tokugawa, que con el cambio de los tiempos acabo revelándose contra esta institución, en la conocida Rebelión Satsuma , en defensa de la preservación de los valores esenciales japoneses que veía amenazados por la occidentalización, este sería el último conflicto encabezado por los samurái en la historia japonesa. Por ello, Takamori, es considerado como el verdadero último samurái que, dio inspiración a los avispados guionistas hollywoodienses para la creación del personaje de Ken Watanabe en la afamada película “el último samurái”.






Muy cerca de allí, y subiendo una escalinata, se encuentra el templo de Kiyomizu Kannon – do, que en realidad es sólo uno de los edificios que formaban parte del antiguo recinto sagrado de Kanei-ji establecido en 1625 por el monje budista Tenkai a solicitud del Shogun. Tenkai también conocido con el sobrenombre de Zuifū (随風), fue un personaje de importancia relevante en la era de Ieyasu Tokugawa, llegando a convertirse en el monje principal de una orden que ayudo a cambiar la percepción obscura que se tenia se Shogun, por ello éste le nombró a título póstumo, tras morir a los 107 años, como Jigen Daishi, si teneis tiempo y ganas leed más acerca de este personaje, su historia y vida son muy interesantes.






Kiyomizu kannon-do alberga una estatua de la divinidad budista Kanon, que fue donada al recinto por el Abad del famoso templo de Kiyomizu-dera de Kyoto en 1631 y su diseño recuerda al mencionado templo, del que ya hablamos extensamente en post anteriores. La diosa Kannon está considerada como la Virgen María para los occidentales, de acuerdo a las enseñanzas Budistas, esta diosa es el símbolo de compasión y libertad humana para todos los sufrimientos, las mujeres con problemas de fertilidad acuden al templo para orar en busca de la intervención divina a su problema, y las que son agraciadas por la diosa deben regresar al templo y depositar una pequeña muñeca como ofrenda. La ubicación original del templo de Kaneiji se emplazaba al noroeste del castillo de Edo, dirección que se consideraba poco afortunada por lo que se ordenó la reconstrucción del templo como protección en su actual situación alejada al otro lado del parque de Ueno, cercana a la estación de Uguisudani.



Desde Kiyomizu Kannon-do no puedes irte sin visitar otro fantástico templo, del que hablamos por encima en el post dedicado a la celebración de la festividad de las lámparas sobre el lago, se trata del templo de Benten-do , ubicado en un islote en medio del estanque de Shinobazu, entre enormes flores de loto que cubren la mitad de la superficie del estanque. El templo está dedicado a Benten, diosa de la riqueza, musa de las artes y patrona de las parejas enamoradas, lugar de parada obligatoria para las almas solitarias que no encuentran su media naranja ni entrando en Mercamadrid. Benten Sama, es la forma popular de Bensaiten, quien era originalmente una diosa india de la palabra, la música, la fortuna y la sabiduría. En Japón, hubo una diosa de música, talento lingüístico, y sabiduría llamada Benzai ten. Es una diosa de la riqueza que aparece en la forma de dragón o culebra blanca, y es una diosa de Agua. Una de las teorías dice que fue introducida en Japón junto con el Budismo, y con el tiempo las figuras de Benzai ten fueron colocadas a lo largo de la costa, o cerca de lagos y corrientes de agua. Por esto, Benzai ten paso a ser adorada como una Diosa del agua. Conocida popularmente como Benten-sama.



Siguiendo el paseo por el parque, podemos apreciar diversidad de personas entreteniendo a la multitud a cambio de unas tristes monedas por su trabajo, que es digno de ver, o simplemente por amor al arte en todas sus variantes. Muestra de ello son por ejemplo los dos artistas, porque no tienen otro nombre, que pudimos contemplar de camino al siguiente templo se trata de un hombre que tocaba magistralmente el shamisen, es un instrumento musical de tres cuerdas que debe ser tocado con una uñeta llamada bachi, posee un largo similar a una guitarra, pero su cuello es más delgado. Las tres cuerdas son hechas tradicionalmente de seda, aunque en la actualidad son de nylon, de igual manera que la piel que recubre la caja ya no es de serpiente como en otras épocas, sino que es de socorrido plástico. Tiene un sonido conocido como sawari, que se asemeja al zumbido producido por una cítara. El otro personaje, es un chaval de unos veintitantos años, que ataviado con una maleta con un equipo de sonido, y varias cosas como bolas de vidrio, una maleta o un cubo de Rubik, deleita al publico bailando y mostrando sus habilidades mientras habla frenéticamente para atraer al público que no puede contener la admiración y las risas ante este portento desaprovechado.













Continuando nuestro recorrido a través del parque y, tras atravesar una sucesión de llamativos toris rojos, nos encontramos cara a cara con el templo de Gojo-Tenjinsha, uno de los templos Shintoistas con más tradición de Tokio que esta dedicado a la salud (es decir, la gente va al templo para pedir salud para todo el año). Tiene multitud de detalles en cada rincón, asi que no dudeis en mirar a vuestro alrededor en busca de ese pequeño elemento.










Junto a este templo hay otro que es muy especial historicamente pues fue construido por el Shogun Tokugawa Ieyasu (entre 1550-1600) que fue el que unió Japon como un pais único y dejo a sus herederos como gobernadores del Imperio hasta la epoca Edo, que fue cuando se llevaron a efecto las reformas y el pais se abrio al extranjero (1860-80). En este templo tambien estan las tumbas de los antepasados de este shogun y sus familiares, por lo que el efecto de las tumbas y de la gran pagoda construida en honor del shogun juntamente con su antiguedad parece que te trasladen al pasado. Como simbolo característico hay que resaltar una enorme cara de Budda en piedra.



Nuestro siguiente paso fue “ Toki-no-kane ” , la campana que en la época de Edo marcaba las horas del día. En el sistema horario antiguo japonés se dividía el día en 12 periodos y cada intervalo correspondía aproximadamente a nuestras 2 horas actuales. Toki-no-kane marcaba el tiempo para los habitantes de Edo.



Desde aquí nos fuimos en busca del santuario de Tosho-gu , que es el más famosos de Ueno y desde luego uno de los más bonitos de Tokio. El acceso está flanqueado por una avenida de linternas de piedra desde donde podréis medio observar la pagoda de 5 alturas que se levanta tras una verja y oculta por los frondosos árboles , es la pagoda de Gojuno-to, parte original del templo de Kanei-ji antes mencionado. Tosho-gu significa “santuario del dios-sol del este” y está dedicado al fundador del shogunato, Tokugawa Ieyasu, celebrándose un festival el 17 de abril en conmemoración de su muerte. El conjunto ofrece numerosos detalles artísticos, pero sin duda el que más nos llamo la atención fue la puerta Karamon de estilo chinesco ornamentada con tallas de pájaros, flores doradas y otros motivos de la naturaleza, en los pilares de la puerta se observan los famosos dragones ascendente (Noboriryu) y descendente (Kudariryu) que bajan desde el cielo a beber de las aguas del estanque, según las leyendas, todo el conjunto que es un tesoro nacional desde 1907 está protegido por una muralla de 170m de perímetro, en su interior también hay una monumento dedicado a la conmemoración de la tragedia sufrida en Hiroshima y Nagasaki, sencillo pero solemne, una pena que con el calor que estaba haciendo a esas horas no pudiéramos estar más tiempo mirando los detalles, pero necesitábamos tomarnos un respiro a la sombra mientras bebíamos un té.










Desde Tosho-gu desembocamos en la explanada de la fuente rodeada de los museos más importantes de Tokio (y Japón), como el de ciencias naturales o el Museo Nacional de Tokio (Tokyo Kokuritsu Hakubutsukan) que acoge la mayor colección de arte japonés del mundo. No hemos podido entrar hoy por no tener las entradas, pero no quita que más adelante, si nuestro programa lo permite, tal vez regresemos y echemos un ojo a estos museos para después comentarlos aquí con vosotros.









Y esto es todo lo que ha dado de sí el día de hoy, deseamos que os haya parecido interesante y que hayáis disfrutado con la visita guiada tanto como nosotros. Mañana, si el tiempo lo permite y nada se interpone, os mostraremos un concurso de estatuas de hielo que promete ser muy interesante, sobre todo teniendo en cuenta el bochornoso calor de estas tierras, nada mas resta despedirnos y emplazaros en el mismo sitio para una nueva entrega, que tengáis un buen día a pesar de la ola de calor que también está azotando la piel de toro, abrazos desde Japón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que tal chicos?

La tortuga y el chaval son unos fenómenos!

A seguir bien.

Javichan!

CACHONDOMEIN (DIEGO) dijo...

Muy bonito, siempre podeis beber agua.
El del cubo de rubick e un fenomeno.
Lo de la ballena e espectacular.
Un saludo